Llegamos al Valle del Tiétar, a los pies de la Sierra de Gredos, en 2012 y fue un flechazo inmediato.
Nuestra pasión por el vino y la naturaleza nos llevó a comprometernos con dar voz a una tierra con gran tradición vitivinícola, pero poco reconocida por culpa de la vinificación a granel.
También queríamos devolverle la vida al suelo de esas viñas, dañado por años de pesticidas.
Empezamos vinificando en nuestro garaje, con la marca Raúl Calle Viticultor, y en 2021 dimos el salto a un espacio más amplio donde seguir creciendo.
Este crecimiento trajo muchos cambios, como empezar a vinificar uvas de otros viticultores que, como nosotros, cuidan sus viñas sin químicos y respetan los ritmos de la tierra. Ellos no elaboraban vino, pero sus cepas eran herencia familiar.
Su única salida era la cooperativa del pueblo, con precios bajos y pagos tardíos, lo que acababa por desanimarles. Con tristeza hemos visto mucho viñedo arrancándose por aquí.
Nos emociona ver que algunas personas han dejado de usar tratamientos sistémicos. Y también nos emociona pensar en el valor social que tienen estas colaboraciones ya que ayudan a mantener viva una forma de vida y una cultura agrícola que estaba en riesgo. Sentimos que, en pequeño, estamos sumando.
Las viñas que cuidamos son muy viejitas, en muchos casos centenarias, de estricto secano, formadas en vaso.
Realizamos podas cortas, siempre en la búsqueda de conseguir una mayor expresión y no de producción. Menos kilos pero uvas más ricas
Observamos y actuamos, desbrozamos o aramos las parcelas en función de las necesidades de cada una, según venga la climatología del año, la orientación, etc.
Respetamos sus tiempos, no las forzamos, ni aplicamos productos químicos que interfieran en el vino que serán.
En este mismo sentido, el respeto al suelo y en búsqueda de su recuperación, aplicamos los principios de la permacultura, donde cada ecosistema se autorregula por sí mismo.
En las elaboraciones casi todo el trabajo es manual y artesano.
Nos encanta ser libres y poder probar nuevas /viejas técnicas de vinificación.
En la misma dinámica del respeto a la materia prima, los vinos no llevan ningún nada excepto zumo de uvas sanas que preseleccionamos cuando realizamos las vendimias.
Pasamos de aportes que resten la emoción.
Nuestros vinos están:
Sin Corregir
Sin Filtrar
Sin Estabilizar
Sin Conservantes